El destete es un momento crítico en la vida de casi todos los mamíferos. En el caso de los lechones, el desafío es incluso mayor por la rapidez y precocidad con la que se produce en la porcicultura intensiva. Los lechones se enfrentan a un gran desafío: la separación de la madre, el cambio de entorno, la mezcla con lechones de otras camadas y el cambio de dieta, entre otros factores, producen un fuerte estrés y neofobia hacia el nuevo alimento mostrando bajo consumo al destete (Bruininx et al. 2002). El aumento de la preferencia por un cierto tipo de alimentos puede ayudar a motivar a los lechones a ingerir alimentos sólidos, y con ello mejorar el bienestar, reduciendo las pérdidas tempranas de peso y la incidencia de diarrea (Jarvis et al. 2008). La impronta (imprinting) es un aprendizaje biológico irreversible por el que los animales jóvenes se identifican con los mayores y aprenden de ellos mediante la imitación y la observación. Un saborizante bien formulado podría a través de la madre dejar una señal futura al lechón y ésta ayudaría a minimizar el estrés. En una prueba realizada con el Servei de Nutrició i Benestar Animal (SNiBA), se implementó Fluidarom 1003 durante el último tercio de gestación y lactación, y durante el periodo de destete frente a un control. La inclusión de Fluidarom 1003 frente al alimento control mejoró significativamente la ganancia de peso (GMD +52.98%) y consumo de alimento (CMD +29,4%) de los lechones en la primera semana post-destete. Con estos datos, podemos concluir que Fluidarom 1003 por medio del sistema de impronta es una herramienta positiva para minimizar el estrés y mejorar los resultados productivos de los lechones
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