El uso de aceites esenciales ha generado mucho interés en los últimos años debido a su amplia variedad de compuestos activos con propiedades antibacterianas, antioxidantes, digestivas, antifúngicas, etc… así como a su buena aceptación social.
Los aceites esenciales son metabolitos secundarios de plantas que pueden contener de 20 a 60 componentes químicos diferentes, cada uno de ellos con sus propiedades características. En cuanto a su actividad biológica los AE generalmente tienen dos o tres compuestos en concentraciones relativamente altas (15-70%) que determinan sus propiedades biológicas principales (Burt et al. 2004 y Nampoothiri at al. 2012). Sin embargo, algunos estudios también indican que los componentes minoritarios también pueden ser importantes y tener un efecto sinérgico para su actividad biológica.
Teniendo en cuenta la complejidad de la actividad biológica es difícil comparar acciones fisiológicas específicas entre diferentes AE (con diferentes especies botánicas, concentraciones, dosis, etc.). La mayoría de los estudios disponibles son de aditivos que incluyen mezclas de diversos compuestos activos y se centran en sus efectos sobre los parámetros de rendimiento.
En este contexto, varios autores han revisado los datos disponibles sobre las respuestas sobre el rendimiento de los diferentes aditivos de AE en el mercado. Estas revisiones reportan mejoras promedio de rendimiento en lechones de un 8,6% en ganancia de peso, un 4,5% en el consumo de alimento y un 2,8% en el índice de conversión (Zeng et al. 2015 y Windisch et al. 2008)
Los aditivos basados en AE actualmente están dando resultados positivos. Los estudios disponibles sobre el uso de los aceites esenciales como aditivos para piensos en porcino muestran cómo estos están consiguiendo mejoras del rendimiento cada vez más consistentes, sobre todo en el caso de los lechones tras el destete. Aunque también se puede apreciar una variabilidad en los resultados entre los diferentes tipos de AE así como entre diferentes ensayos de un mismo producto. Estas diferencias podrían explicarse por las acciones biológicas específicas de las diferentes mezclas de AE, así como las variaciones habituales debido a las condiciones de los ensayos (ambiente, manejo, dietas, etc.)
Podemos concluir que los aceites esenciales se consolidan como una de las alternativas para sostener un alto rendimiento en una producción porcina más sostenible y segura.
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