Tradicionalmente, se han considerado a los rumiantes menos sensibles a las micotoxinas que a los monogástricos. Si bien es cierto que el rumen degrada en parte algunas micotoxinas, esto no ocurre con otras, como con las aflatoxinas.
La exposición crónica de vacas lecheras a aflatoxinas reduce el rendimiento, perjudica a la reproducción, compromete la función inmune e incrementa la vulnerabilidad a enfermedades (Yiang, 2021). Es decir, supone un impacto en la fisiología de los animales y, por lo tanto en la economía de las explotaciones.
Por otro lado, desde 1988 la OMS considera a la Aflatoxina B1 como carcinógeno para el hombre y a la Aflatoxina M1 como posible carcinógeno. Una parte de la Aflatoxina B1 se transforma en M1, y esta a su vez se excreta a través de la leche. Es decir, la población que consume leche se ve expuesta a la misma. Por esta razón, los gobiernos han establecido límites: por ejemplo, en la UE la Aflatoxina B1 no puede superar 0.05 µg/kg en leche, y 0.025 µg/kg en leche para lactantes; mientras que en EEUU su presencia se limita a 0.5 µg/kg en leche. Las explotaciones de vacuno de leche han de cumplir con estos límites.
Hay pocas maneras de reducir la exposición a aflatoxinas de ganado vacuno. Pero la más efectiva es el uso de secuestrantes de micotoxinas. Para evaluar la efectividad de los mismos contra Aflatoxinas B1 y M1, se realizaron diferentes ensayos:
Se realizó un ensayo in vitro con Toxinor al 0.5%, con 2 mg/kg de micotoxinas. A un pH de 4, se consiguió eliminar el 99.86% de Aflatoxina B1 y el 100% de Aflatoxina M1, con unos resultados muy similares a pH 7, donde se eliminó el 99,64% de la Aflatoxina B1, y el 100% de la Aflatoxina M1. Es decir, Toxinor eliminó la práctica totalidad de Aflatoxina B1 y M1 in vitro.
También se realizó un ensayo in vivo para evaluar la eficiencia de Toxifree contra AFM1: se realizó un ensayo en una explotación de 720 vacas en lactación afectada por Aflatoxina M1. Se empleó una dosis de 0.5% de Toxifree en pienso, y en dos semanas se redujo la presencia de AFM1 (µg/kg), de 0.45 µg/kg a 0.02 µg/kg, lo que la situó en los límites legales. Además, se incrementó un 5% la producción lechera.
Los secuestrantes de micotoxinas demuestran, tanto in vivo como in vitro, ser aditivos eficaces en la gestión de las Aflatoxinas B1 y M1 en vacuno lechero, lo cual mejora las cifras económicas de las explotaciones de vacuno lechero, asegurando el cumplimiento de la legislación exigida para las explotaciones. Pudiéndose incluir tanto en el concentrado, como en la ración total mezclada en la propia explotación.
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