No fue hasta el 1879 que Constantin Fahlberg, descubrió accidentalmente el sulfóxido benzoico al comer pan después de trabajar con alquitrán… sin haberse lavado las manos. Acababa de nacer el que sería considerado el primer edulcorante sintético, la sacarina.
Con los crecientes problemas de obesidad, en nutrición humana se busca proporcionar la misma sensación hedónica del azúcar, pero con un aporte calórico mucho menor. No obstante, en la nutrición animal se usan por su bajo precio relativo comparado con el azúcar y su capacidad de mejorar la palatabilidad de los piensos. El poder edulcorante se calcula usando el azúcar como referencia, en el caso de los edulcorantes es muy superior. Hay dos tipos de edulcorantes:
EDULCORANTES SINTÉTICOS
Sacarina: su dulzor es entre 300 y 500 veces superior al azúcar. Posee una gran estabilidad a altas temperaturas y pH bajos. El problema es que tiene un regusto amargo o metálico a altas concentraciones que resulta desagradable especialmente para los animales.
Neohesperidina dihidrochalcona (NHDC): para obtenerla es necesario procesar la neohesperidina y por eso se considera sintética. Su potencia es de entre 1.500 y 1.800 veces la del azúcar, a altas concentraciones tiene un regusto a regaliz y es poco soluble en agua.
EDULCORANTES NATURALES
Glicósidos de esteviol: se obtienen de las hojas de Stevia rebaudiana, normalmente conocida como stevia. Su dulzor es de entre 200 y 300 el del azúcar. Su precio en relación con su poder edulcorante es su principal desventaja.
Taumatina: es el edulcorante natural más poderoso que se conoce, con un dulzor de unas 2.500 veces el del azúcar. Es una proteína que se extrae del katemfe, un arbusto africano. Al ser una proteína es poco resistente a temperaturas y pH extremos, puesto que se desnaturaliza.
En esta lista solo aparecen los que se usan más comúnmente en nutrición animal. Finalmente cabe añadir que una de las estrategias que se suele usar en la alimentación animal usarlos en combinación. Con esto se busca conseguir una sinergia que hará posible explotar las virtudes y minimizar los inconvenientes de cada uno, aunque estas combinaciones exigen un trabajo muy minucioso en investigación y desarrollo.
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